A falta de haber encontrado alguna cueva que permanezca seca durante el invierno, ésta es la opción que nos queda. Alguna vez la lluvia te hará dar la vuelta después de 1 hora de viaje o más. A veces es imposible.
Es posible que tengas prisa y ese día quizás no escales, ya que habrás perdido demasiado tiempo esperando el claro de sol que nunca llega. Una semana sin escalar , dos… El panel no te gusta. Quizás no te importen las competiciones y no te preocupe perder la forma. Sólo quieres roca, esté como esté…
Un día sin agua significa un día de ilusión. Un bloque medio mojado, es siempre un bloque medio seco. No importa el tiempo ni el dinero, hoy puedo escalar, voy a intentarlo. Te asomas al proyecto, está pingando, bueno…al menos lo he intentado.
Se acerca el fin de semana. Pronostico aguado. El teléfono suena y suena de todas formas. ¿Dónde vamos?, donde pueda estar seco. Madrugar un sábado no es impedimento, tres horas y cuarto de coche para llegar no es impedimento, que los bloques no tengan salida por arriba no es impedimento, que durante la semana trabajé como un burro no es impedimento, que sólo pueda escalar un día tampoco es impedimento, seis horas y media de coche y 5 de escalada en un día sigue sin ser impedimento…
Recoger y cosechar, proyectos eliminados y otros nuevos. Ganas, tenemos ganas de escalar.
Gelu encadenando “El Final” (8a). Cueva de Batzola.
Yo encadenando “la tercera parte de La travesía” (8a)
A la vuelta el teléfono vuelve a pitar continuamente. Todos llaman, el que está lejos, el que no pudo escalar, el que aprovechó el día en la tierra y encontró nuevos bloques, el amigo que ya no escala, el que se perdió por los bares y mañana quiere escalar, el que llama para controlar los encadenamientos, el que quiere cenar hoy contigo….Todos llaman.
Conversación íntima y amistosa, silencios amables, planes para el siguiente fin de semana, nicotina y asfalto, mucho asfalto.
Q bueno, nano!!!!!
ResponderEliminarVerdades como puños. Ansia pura.
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